Están de actualidad

Want Tea?

Es francesa, pero se ha formado en Inglaterra. Laure PROUVOST muestra una trayectoria brillante y un currículum más que completo: estudios en el Central Saint Martins (cine) y, posteriormente, el Goldsmiths College; premio Max Mara (2011) seguido de una exposición en la Whitechapel Gallery, antes de recibir el famoso Turner Prize (2013). Ha sido la primera artista francesa en obtener el codiciado galardón británico. Desde entonces, la joven artista ha ido encadenando exposiciones, desde Nueva York a París (New Museum of Contemporary Art en Nueva York, en 2014, Ring, Sing and drink for trespassing, Palacio de Tokyo en 2018) y sus obras han formado parte de diferentes colecciones públicas en todo el mundo (MAC/VAL en Vitry-sur-Seine, Kunsthalle en Luzern, Red Brick Art Museum en Beijing). Un entusiasmo que no da muestras de que vaya a perder fuerza, después de haber sido elegida para representar a Francia en la 58ª Bienal de Venecia, en 2019.

Los resultados obtenidos en subastas, sin embargo, no reflejan ni de lejos esta consagración institucional… El mejor resultado logrado por Laure Prouvost es de 12 000 dólares, concedido a una instalación de 2010 vendida por Christie’s en Londres (Look Behind The Curtain, 10 de marzo de 2017). Más recientemente, una obra presentada en Londres no recibió ninguna puja. A priori, se trataba de una obra menor en la forma, una porcelana de 22 centímetros con 100 ejemplares, que no logró despertar ningún interés a pesar de su baja estimación en 845 dólares (A Wantee Teapot, en Forum Auction, Londres, 23 de marzo de 2018).

Titulada A Wantee Teapot, esta tetera pintada está directamente relacionada con la instalación Wantee diseñada por la artista en el marco de la exposición Schwitters in Britain en la Tate Britain de Londres. Wantee (“Want tea?”) hace alusión al apodo de la novia del dadaísta Kurt SCHWITTERS (1887-1948) debido a su tendencia a ofrecerle té “Do you want tea?”. Para rellenar el tiempo entre dos tazas de té, “Wantee” se dedica a la cerámica, lo cual explica la presencia de piezas de cerámica en esta instalación ficticia, para la que Laure Prouvost inventó una loca historia familiar relacionada con la de Schwitters. La misma instalación que le ha valido, precisamente, el Turner Prize… De hecho, esta pequeña cerámica ofrecida por menos de 1000 dólares supuso una oportunidad de oro para adquirir una pieza importante de la trayectoria de este joven prodigio francés.

¿Buena, mala o falsa?

En septiembre de 2017, el artista Mark GROTJAHN se dirigió a la casa de subastas Phillips a través de su cuenta de Instagram con motivo de un lote de la subasta online Ne Now, programada para el 19 de septiembre de 2017. El problema: un dibujo con una estimación de 20 000 a 30 000 dólares, Untitled (2010), atribuida a este artista. “Yo Phillips. (. Dm. Me. ), I’m not sure I made this. Either way it sucks.”

Mark Grotjahn es uno de los artistas de moda en la actualidad y está representado por las galerías Gagosian, Blume & Poe y Anton Kern. Sin embargo, el dibujo Untitled (2010) ofrecido por Phillips fue “adquirido directamente al artista”, es decir, sin pasar por una de sus galerías. Esto, por supuesto, contribuye a levantar las sospechas, pero tampoco es un imposible. El lienzo Untitled (S III Released to France Face 43.14) (2011) se vendió por 16,8 millones de dólares en Christie’s el 17 de mayo de 2017, lo cual supuso un récord personal para Mark Grotjahn, también fue adquirido directamente del artista.

Por precaución, Phillips retiró el lote de la subasta… Pero dos meses más tarde, la misma casa volvió a presentarlo en Nueva York, como parte de una subasta del día, sin modificar la atribución ni las estimaciones y, así, Untitled (2010) fue adjudicado por 75 000 dólares. Visto en un primer momento como una falsificación, este dibujo debe considerarse como una obra auténtica. Y si bien su autor la ha desheredado, los actores del mercado parecen convencidos de su calidad. Con el tiempo, Mark Grotjahn ha eliminado dicho post de su cuenta de Instagram.

Existe tal demanda por algunas firmas contemporáneas y los precios han aumentado tan rápido, que en las casas de subastas se intercambian todo tipo de calidades… Así, cada año se adjudican más de 100 obras de Jean-Michel Basquiat, un tercio de las cuales son obras realizadas en papel. Las grandes casas concentran la mayor parte de sus ventas, que pueden superar los 10 millones de dólares, pero otros dibujos más pequeños cuentan con una presencia constante en casas de Europa y Estados Unidos. Evidentemente, estas pequeñas obras permiten integrar a una gran firma en una colección, pero no debe descuidarse la calidad de las piezas.

“Au naturel” en Nueva York

Artista bulliciosa pero discreta en el mercado, Sarah LUCAS volvió a la actualidad de la escena artística durante la Bienal de Venecia de 2015, en la que representó al Reino Unido. Este fue un gran año para los ex-Young British Artists (YBA), de los que formaba parte. Recordemos que, en 2015, Damien HIRST abrió su museo privado en Londres y Christie’s otorgó cifras récord a los YBA Chris OFILI, Malcolm MORLEY y los hermanos Jake & Dinos CHAPMAN (29 de junio de 2015, Londres). A diferencia de sus amigos, Sarah Lucas no obtuvo el mismo recibimiento en las subastas, a pesar del prestigio de su representación en Venecia…

Christie’s puso a la venta la obra Drag-On con una horquilla de estimaciones comprendida entre los 500 000 y los 700 000 dólares. Ningún comprador mostró la suficiente determinación para este imponente tragafuegos compuesto por cientos de cigarrillos. La estimación fue demasiado optimista y los coleccionistas se mostraron reticentes debido a las dificultades de mantener dicha escultura hecha con tabaco y papel fino. Es cierto, que Sarah Lucas no pretende crear obras para satisfacer el mercado, a diferencia de su amigo Damien Hirst, que ha sabido utilizar a la perfección el entramado del mercado para garantizarse la prosperidad.

El mercado de Sarah Lucas está de capa caída en la actualidad, especialmente porque apenas ha tenido alguna representación en el dinámico mercado neoyorquino en los últimos cuatro años, mientras que un tercio de sus ingresos anuales se generaban en Nueva York hasta 2014 (y dos tercios en Londres). Sin embargo, la artista vuelve a la vida de Nueva York con una gran exposición, su primer solo en suelo americano.

Programada en el New Museum hasta el 20 de enero de 2019, la exposición titulada “Au Naturel”, en referencia al título de su famosa instalación compuesta por objetos que evocan los órganos sexuales masculinos y femeninos sobre un colchón (1994). “Au Naturel” recorre toda la producción de Sarah Lucas desde finales de los años 80, en sus muchas desviaciones de objetos y situaciones, sus fantasías anatómicas que despiertan reflexiones sobre el género, la identidad, el sexo y los estereotipos culturales. Se trata de una exposición esencial, susceptible, tal vez, de despertar un mercado latente al otro lado del Atlántico.

El príncipe del kitsch atacado

En enero de 2018, un grupo de intelectuales franceses (Pierre Alferi, Eric Hazan, Jean-Luc Nancy, Georges Didi-Huberman y Jean-Christophe Bailly) fustigaron el “degradante regalo” que Jeff KOONS pretendía hacer a la ciudad de París en homenaje al ataque terrorista del año 2015. En la editorial del periódico Libération, los firmantes denuncian lo que consideran un proyecto comercial, oculto detrás de su regalo supuestamente desinteresado.

Tres meses después, el coleccionista estadounidense Steven Tananbaum anunció medidas legales contra el artista Jeff Koons y la Galería Gagosian por no haber completado la entrega de tres esculturas (Balloon Venus, Diana I y Eros) por las que ya habría pagado grandes sumas desde 2013. La prestigiosa galería utilizó el retraso de los fabricantes como justificación, pero el demandante y su abogado presentaron un sistema de Ponzi: los nuevos pedidos se utilizarían para pagar los más antiguos. En junio de 2018, la galería Gagosian y Jeff Koons presentaron una petición para desestimar la demanda. Aseguran que se había mantenido informado al patrocinador del progreso y que nunca se había fijado una fecha de entrega definitiva.

Jeff Koons se encuentra este año en la 8ª posición de la clasificación Artprice de artistas contemporáneos, con 41 millones de dólares en 12 meses en subastas. La obra Play-Doh (1994-2014) ha obtenido el mejor resultado logrado por una escultura contemporánea: 22 millones de dólares en Christie’s Nueva York, el 17 de mayo de 2018. Hace cuatro años (2013/14), cuando era el centro de todas las miradas, sus ventas alcanzaron los 178 millones de dólares. Los recientes ataques sufridos por el artista estadounidense le aportan una publicidad que bien podría serle muy rentable.

El animal no deseado

Desde que Joan MIRO decidió incluir un loro relleno en una de sus esculturas en 1936 (Objet), el animal se ha convertido en un material de creación como cualquier otro y la práctica ha crecido considerablemente… La ardilla taxidermizada de Maurizio CATTELAN que escenifica un suicidio (Bidibidobidiboo, 1996), los animales en formol y las mariposas con las alas pegadas de Damien HIRST, los cerdos vivos tatuados de Wim DELVOYE y sus despojos expuestos tras su muerte, los escarabajos de increíbles caparazones y el lanzamiento de gatos de Jan FABRE… A muchos artistas contemporáneos les encanta utilizar animales en sus trabajos. Si bien la cuestión ética no surge tanto cuando el artista recicla una materia ya muerta, sí irrumpen las olas de protestas cuando los artistas utilizan animales vivos.

Varias controversias de este orden han agitado la actualidad cultural este año. Comenzando por la exposición Art and China after 1989: Theater of the World. En septiembre de 2017, la dirección del Museo Guggenheim recibió las grandes quejas de las asociaciones de defensa de animales por algunas de las obras que formaban parte de la exposición. La primera, A Case Study in Transference (1994) de XU Bing, juega con el instinto sexual de los cerdos; la segunda, Dogs That Cannot Touch Each Other, de SUN & PENG Yuan & Yu presenta el vídeo de dos pitbulls atados uno frente al otro, que no pueden dar rienda suelta a sus impulsos agresivos; por último, Theatre of the World (1993) de HUANG Yongping, debía contener cientos de reptiles e insectos en una jaula. Según la ley del más fuerte, los más débiles debían terminar siendo devorados por los otros. Al final, la obra se expuso sin animales.

Unos meses más tarde, atrapado en una ola de controversia, el artista Adel ABDESSEMED decidió retirar una obra estrella de su retrospectiva L’Antidote del Museo de Arte Contemporáneo de Lyon (9 de marzo – 8 de julio de 2018). El escándalo estalló la misma noche de la inauguración de su videoinstalación Printemps, en la que se veía a una veintena de pollos colgando de las patas mientras se quemaban vivos.

En cualquier caso, las protestas se han extendido como la pólvora en las redes sociales y han llegado hasta la asociación de defensa de los animales PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), que arremetieron sin pudor contra los directores de museos. Fieles a su lema de que “los animales no nos pertenecen y no tenemos por qué utilizarlos para nuestro entretenimiento”, PETA exigió que se prohibiera la exposición de las obras señaladas y, en general, el uso de animales vivos en el arte. Aunque Adel Abdessemed y el Director del Museo de Arte Contemporáneo de Lyon, Thierry Raspail, explicaron que no se quemó a los pollos de verdad, sino que se habían utilizado efectos especiales, pusieron fin a la explosión de cólera retirando la obra de la exposición.

La libertad de expresión no es el monopolio de los artistas y los museos ceden a estas presiones que, sorprendentemente, garantizan mucha publicidad a las obras condenadas.